Propiedades y Usos

Potente regenerador natural con ácidos grasos esenciales, antioxidantes y vitamina C. Hidrata, reafirma y repara la piel, protegiéndola del fotoenvejecimiento y promoviendo su regeneración. Ideal para pieles sensibles, secas o dañadas, gracias a su acción calmante y antiinflamatoria.

Usos en la Industria Cosmética y Dermatológica

Cuidado de la Piel

Formulaciones anti-envejecimiento, cremas hidratantes y tratamientos despigmentantes.

Alivio de Quemaduras y Lesiones

Uso post-exposición solar y en la recuperación de piel dañada.

Tratamiento de Cicatrices y Manchas

Reducción de hiperpigmentación, cicatrices quirúrgicas y marcas de acné.

Cuidado del Cabello

Aceites capilares para reparación de puntas abiertas y fortalecimiento del cuero cabelludo.

Prevención del Envejecimiento Prematuro

Protección contra la oxidación celular y daño ambiental.

Hidratación Profunda de Uñas y Cutículas

Mejora la flexibilidad y resistencia de uñas quebradizas.

Tratamiento de Piel Seca y Sensible

Aplicaciones en cremas para piel atópica y regeneración intensiva.

Propiedades Rosa Mosqueta

El aceite de rosa mosqueta es rico en ácidos grasos esenciales como el ácido linoleico (Ω6) y oleico (Ω9), fundamentales para reforzar la barrera cutánea, reduciendo la pérdida transepidérmica de agua (TEWL). Su estructura lipídica facilita una absorción rápida y profunda, dejando la piel hidratada, suave y flexible.

Contiene ácido ascórbico y sus derivados en concentraciones naturales que estimulan la síntesis de colágeno tipo I y III, esenciales para la elasticidad y firmeza cutánea. Su acción antioxidante neutraliza el estrés oxidativo, contribuyendo a un tono más uniforme y revitalizado.

Gracias a su alto contenido en carotenoides y tocoferoles (Vitamina E), el aceite de rosa mosqueta ayuda a proteger la piel del daño inducido por radicales libres y la exposición ambiental. Estudios han demostrado su capacidad de mitigar el fotoenvejecimiento y reducir la degradación del colágeno inducida por UV.

Favorece la renovación celular mediante su aporte de ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs), indispensables en la formación de ceramidas y la reparación de la matriz extracelular. Se ha utilizado en estudios clínicos para acelerar la cicatrización de heridas, reducción de cicatrices hipertróficas y tratamiento post-láser.

Posee compuestos antiinflamatorios naturales como el beta-sitosterol y flavonoides, que ayudan a reducir la respuesta inflamatoria en pieles sensibles o con afecciones como rosácea, dermatitis atópica y acné inflamatorio. Su uso tópico favorece la recuperación de la piel irritada sin efectos secundarios adversos.

El equilibrio entre ácidos grasos esenciales Omega-3, Omega-6 y Omega-9 favorece la restauración de la barrera lipídica y la integridad estructural de la epidermis. Es particularmente útil en pieles xeróticas, maduras y con tendencia a la deshidratación crónica.